domingo, 25 de marzo de 2012

TAMBIEN YO ESTOY PENSANDO EN TI

Salí de la universidad a las 4 p.m. Ya tenia bien calculado mi tiempo y sabia que llegaría en una hora. Ya no había tiempo para dejar mis cosas en casa, así que me fui con todo y mochila la encuentro. Era la segunda vez que veía a Fanny después de mucho tiempo. Hace algunas semanas cuando salimos no conversamos mucho. La sentí algo incomoda, tal vez porque no nos habíamos visto en varios años... No importa, aquella tarde fue distinto...
Habíamos quedado en encontrarnos en un parque cercano a mi casa. El maldito carro había demorado casi una hora y media en llegar. Para mi suerte, ella también. Compramos una cajetilla de cigarrillos y simplemente nos pusimos a caminar. Esa tarde la noté distinta, estaba mas alegre, mas risueña, mas linda...  Nos reíamos de cualquier cosa. No sabíamos exactamente de que, solamente nos veíamos y reíamos. Tal vez era el nerviosismo, tal vez el miedo, no lo se... pero me agradaba de sobremanera verla reír ... y sonreir... 

Sin darnos cuenta llegamos al mirador de la ciudad. Podíamos ver el atardecer. El grande y rojizo sol despidiéndose de un día mas. Ella era bastante arriesgada y hasta descuidada. Quería caminar hasta la ultima roca del espigón que veíamos en la playa. Ya estaba oscureciendo y pudimos habernos caído. No sabíamos nadar. Pequeños detalles decía ella. Tenía razón, total... estaba ahi con ella, en la oscura tarde viendo sus grandes ojos... que importaba si caía al mar... era feliz en ese momento, no necesitaba nada mas.... Tomados de la mano para no resbalar, caminamos hasta la ultima roca, ya era de noche, nos sentamos a ver la inmensidad del mar y de aquella estrella que comúnmente llamamos sol... Que lindo que algo que pasa todos los días en el mundo, nunca deje de ser tan hermoso. No era necesario conversar ni pronunciar palabra alguna, antes ya habíamos hablado bastante sobre los problemas con su enamorado, era mucho mejor reír y tratar de que las olas no nos empaparan, claro que fue inútil... Me moría de frío, y ella también... No le dije nada cuando la vi, solamente pase mi brazo por su cintura y apoye su cabeza sobre mi hombro. Te quiero mucho, siempre me oyes y me aconsejas ... eres un buen amigo. Su mano toco mi rostro... Aun no se bien si quiso besar mi mejilla y se equivoco, o si en realidad quiso besarme. Lo siento ... fue lo único que dijo.



Salimos, también tomados de la mano. No nos soltamos y caminamos hasta alguna tienda a comprar un helado. Estábamos congelados, aun así, ella insistió... No conversamos nada mas en esos momentos, supongo que ambos estábamos perdidos en nuestros pensamientos y tratando de entender lo que había pasado. Te llamó el sábado, vamos a cocinar algo si? Y se fue... Yo, con los pocos soles que tenia en el bolsillo, tomé un taxi a casa...
Sentía muchas ganas de contarle a alguien lo que había pasado. Tenia una sensación de alegría y duda. Encontré el teléfono de un viejo amigo, y le conté lo que había sucedido. No te dejes llevar por lo que sientes en este momento, piénsalo un poco mas... No era necesario que me dijera eso, obviamente no podía dejar de pensar en ello.

¿Aló? Hola mi amor, que hiciste hoy? Te extraño mucho ... En ese momento lo pensé mejor. Su aguda voz era tan sincera y llena de ternura que me hizo sentir culpable. Estaba arriesgando mucho por algo que ni siquiera sabia si iría a suceder. Estoy cansado, acabo de llegar de la universidad, he tenido un día muy pesado y aburrido... No conversé mas... Tengo muchas cosas que pensar esta noche, tengo que ordenar muchos pensamientos... y el sábado, tengo que aprender a cocinar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Coméntame !!!